segunda-feira, 9 de maio de 2011

Cine y Filosofía


DE CÓMO EL CINE PIENSA Y LA FILOSOFÍA SE ESTREMECE

Alrededor del año 1995, yo trataba por primera vez de vincular mis dos grandes y antiguas pasiones, el cine y la filosofía. La literatura sirvió de mediación. Pensé mucho en estas relaciones en el período de mi adolescencia, cuando era fuertemente atraído por las ideas de Sartre a través de sus novelas y piezas teatrales, dándome elementos para pensar el mundo mucho antes de leer sus obras oficialmente filosóficas. Yo sabía, pues, que mi primer acceso a la filosofía había sido literario, de manera que debía existir una dimensión de pensamiento que era literariamente articulable.

Así como la literatura, el cine había acompañado desde siempre mi formación como pensador de una realidad que me decepcionaba profundamente, pero que me fascinaba cuando puesta en imágenes. Un encuentro con Christian Metz en Córdoba, cuando él daba un curso de semiología del cine en los años sesenta, me impresionó vivamente, sobre todo en lo que se refería a la posibilidad de ver el cine como forma de pensamiento. En nuestras lenguas balbuceantes (yo no sabía casi nada de francés y Metz estaba tratando de aprender castellano), ese curso me dio elementos que tan sólo décadas más tarde me atrevería yo a organizar en una línea definida de investigación.

Comencé a excavar en esa prehistoria, en esta vivencialidad anterior a mis estudios filosóficos sistemáticos en la universidad. Fui juntando reflexiones, recordando películas que me habían impresionado, vinculándolas con mis pensamientos filosóficos, con intuiciones que me atormentaban. Muchas cosas fueron surgiendo en mi imaginación conceptual, y el libro, después de pasar por muchas versiones, fue, en el año 98, para la editorial Gedisa de Barcelona, que acababa de publicar mi Crítica de la Moral Afirmativa (1996), y que editó finalmente el libro en 1999 con el título de Cine: 100 años de Filosofía. Una Introducción a la Filosofía a través del análisis de películas. (El libro ganó en seguida una traducción al italiano, con el curioso título de Da Aristotele a Spielberg, y, mucho después, una traducción portuguesa por la editorial Rocco, de Río de Janeiro), con el título O cinema pensa, el cine piensa).

Yo pienso que los filósofos tuvieron, a lo largo de toda la historia, un problema mal resuelto con la exposición de pensamientos a través de imágenes y medios sensibles, desde la República platónica hasta los análisis habermasianos de Italo Calvino. Es sorprendente cómo los filósofos del siglo XX, que convivieron con el nacimiento y posterior crecimiento del cine, no produjeron reflexión filosófica específica sobre cine y filosofía hasta las recientes obras de Deleuze (las tentativas anteriores de Bergson, Merleau-Ponty, Benjamin, Adorno, etc, a pesar de su innegable interés, me parecieron decepcionantes, en la medida que el cine fue allí pensado siempre de manera lateral). Pienso que el cine tiene muchísimo a decir al filósofo, incluso mucho más que lo que Deleuze consiguió decir.

Como fue antes expuesto (ver Filosofía), yo veo todo aquello que sentimos y pensamos sobre el mundo como moviéndose en una especie de continuum, desde lo máximamente fluido en un medium temporal vivido, hasta lo máximamente articulado en representaciones y estructuras exponibles. La filosofía va de Kierkegaard a Carnap, es “kierkarnapiana”. La filosofía es, para mí, la totalidad del continuum, y no tan sólo uno de los polos (la mayoría de los profesores de filosofía prefiere quedarse en uno de los polos durante toda su vida intelectual; yo no consigo hacer eso).

Me parece que la literatura y el cine, en virtud de sus formas expresivas (y más allá, incluso, de la situación de esas prácticas en contextos sociales y políticos “alienados”, como el cine de Hollywood) consiguen esquivar mejor que la filosofía profesional las presiones impuestas sobre la expresión de ideas y su sujeción a los moldes representacionalistas, productivistas y optimistas del actual mercado filosófico, tal como se presentan en la actual fábrica académica de producción de ideas. No porque los cineastas sean más lúcidos o valientes que los filósofos, sino porque su propio y peculiar tipo de “lenguaje” los conduce adonde ellos mismos tal vez no desearían ir, obligándolos a decir cosas que no soñaban decir.

Una película como "Asesinos por naturaleza", de Oliver Stone consigue abordar el tema nietzscheano de la naturalización de valores de una manera situacional, mucho más sumergida en la cosa misma que muchos tratados académicos sobre Nietzsche. Si filosofar admite ser concebido como un tipo de captación de lo real a través de un lenguaje de imágenes, sin imposiciones intelectualistas y sin la obligación de atenerse a una dada “tradición” (de Tales a Wittgenstein), el cine y la literatura pueden ser filosóficos a partir de la propia fuerza con la que son capaces de generar conceptos.

El cine y la literatura pueden ser filosóficos si aceptamos que el lenguaje, el estilo, la gramática de la filosofía pueden variar inmensamente, desde el poema filosófico hasta la exposición more mathematico, el ensayo y el aforismo: la filosofía no está condenada a un único estilo expositivo. Y si aceptamos que el filosofar estuvo vinculado tan sólo contingentemente con una tradición, pensadores o artistas o estudiosos de otras tradiciones pueden perfectamente pensar lo real y articularlo en conceptos, o mostrarlo en su vivencialidad histórica, aun fuera de aquella tradición. Es una contingencia histórica que las imágenes, y no los textos escritos, no hayan sido elegidas para construir conceptos. 

Mi idea es que el cine constituye, actualmente, uno de los medios que genera conceptos de tipo “logopático”, conceptos cognitivo-afectivos, y que con ese abordaje el cine ayuda a problematizar los tratamientos tradicionales dados a esos problemas por la filosofía, en la medida en que esta continúa “apática”, o sea, vinculada a la constitución puramente intelectual de conceptos. Algo acerca de la naturaleza y límites del pensamiento filosófico, tal como hoy lo entendemos, deberá ser planteado a la luz de estos estudios sobre cine y filosofía.

Por otro lado, creo que también la filosofía europea escrita, en toda su historia, ha sido logopática sin asumirlo abiertamente, ha pensado a través de la inconfesada mediación del afecto. Paralelamente, se pretendió, muchas veces, ver al cine como un fenómeno puramente afectivo (o de “impacto”), sin nada de cognitivo. Mis nociones de logopatía y concepto-imagen tienden a evitar estas dicotomías, ayudando a descubrir la afectividad del intelecto y la cognitividad del afecto.

El cine consiguió realizar esta interacción entre lo intelectual y lo afectivo de manera fascinante, y que la filosofía, dominada, en toda su tradición, desde la filosofía griega hasta el siglo XIX, por el intelectualismo, sólo recientemente comenzó a sentir la necesidad de enriquecer su noción de racionalidad, repensando las relaciones tradicionales entre lo intelectual y lo afectivo-sensible.

Un hecho fundamental fue el surgimiento, dentro de la historia de la filosofía europea, de pensadores histórico-existenciales, a los que comencé a llamar "pensadores logopáticos", tales como Kierkegaard, Schopenhauer, Nietzsche y Heidegger, y Sartre. Todos estos pensadores, aunque en sentidos diferentes, pretendieron problematizar la tradición intelectualista en filosofía , dando un lugar y una dimensión diferentes al componente afectivo, emocional y existencial del pensamiento. También pretendieron problematizar el lenguaje mismo en el cual la filosofía había sido expuesta hasta entonces, tratando de mostrar, por medio de nuevas formas expresivas, aquella dimensión no intelectual del pensamiento.

El surgimiento de los "pensadores logopáticos" en la historia de la filosofía europea en una fecha tan reciente como el siglo XIX (y su inmediata ocultación en el siglo XX hiper-académico e ultra-analítico), me parece un hecho de fundamental importancia para pensar las relaciones entre cine y filosofía, pues señala el hecho de que no fue tan sólo externa la exigencia de extender los límites de la forma expositiva de ideas (como desafíos oriundos, digamos, de los modernos medios de expresión visuales, como el cine y la fotografía), sino también interna, una necesidad de la propia filosofía (como si los mismos límites expresivos estuvieran siendo visualizados y vividos, digamos, partiendo tanto de Kierkegaard como de Musil y Fellini).

Los "pensadores logopáticos" mostraron que los propios filósofos estaban ya tratando de decir sus ideas forzando los límites del lenguaje escrito en sus posibilidades expresivas tradicionales, como tratando de tornar “visuales” y “móviles” sus pensamientos, evitando las limitaciones de la argumentación lineal, tratando de captar una verdad temporalizada, más rica que aquella captada por conceptos puramente intelectuales. (Leyendo Kierkegaard, Nietzsche o Heidegger, el lector a veces siente el impulso de darles una cámara de cine para que expresen sus ideas). 

Si de la propia filosofía surgía este nuevo impulso de arremeter contra los límites del lenguaje (en la gráfica expresión de Wittgenstein), ¿porque no sería legítimo tratar de encontrar la misma cosa partiendo desde otro lenguaje, desde otro medium expresivo? Los experimentos expositivos de los filósofos, incluso antes de la revolución logopática del siglo XIX (el poema filosófico, la biografía, la frase especulativa, el aforismo) parecían aproximarlos más y más a esas otras formas de expresión, tales como el cine y la literatura, pero no para despojar a estas formas de sus pretensiones de verdad y universalidad, sino para presentar estas pretensiones en otros lenguajes.




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TEXTOS


Cine Y Filosofía (Entrevista Respondida En El Portal Educ.Ar, De La Argentina)

Escritos sobre Cine (Restos de un Libro ido)

Hitchcock entre Zizek y Aristóteles
http://repositorio.unb.br/handle/10482/15448

Para una des-comprensión filosófica del cine : 
el caso Inland Empire de David Lynch
http://repositorio.unb.br/handle/10482/15379

Sobre El Cine (Y Especialmente Sobre El Cine) Mudo.

2 comentários:

DEFINIR-PINTURA DECORATIVA disse...

saludos, www.facebook.com/CineFilosofiaArteHistoria

jose disse...

Estimado profesor, acabo de su exposición de su ética negativo que me resultó claro y convincente y quisiera consultarle algo. Me interesa la idea de que vivir es, por un lado, ocupar el lugar del otro, y por otro, es ingresar en un sistema de abusos en una jerarquía preestablecida (blancos contra negros, hombres contra mujeres, ricos contra pobres, etc.) ¿Podría darme Usted algunas direcciones y consejos? Muchas Gracias Jose jatuff

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