segunda-feira, 9 de maio de 2011

Ética Negativa


                                                    LA ÉTICA ENTRE DOS MUERTES

Mi convicción inicial en el ámbito de la ética es que todo aquello que podemos pensar acerca de los deberes éticos hacia los otros debe ser acompañado por un estudio realista y descarnado de nuestra situación existencial, sin encubrimientos ni consuelos. Pues aquel ser del cual se exige una moralidad, aquél que tiene deberes hacia los otros o la obligación de tratar de ser feliz, no parece estar en las mejores condiciones para realizar estas sublimes empresas.  

Yo veo que la filosofía, en general, sobre todo después de la derrota académica del existencialismo, no enfrenta más las cuestiones incómodas vinculadas con la situación humana, como si las escamotease o las supusiera ya resueltas. Por eso debe ser necesariamente impopular un pensamiento que comienza con un análisis de esa situación, diciendo inclusive cosas obvias, pero cuya sistemática ocultación les retira, precisamente, su velo de obviedad, y las transforma en cosas dignas de ser dichas.

Hacer mi filosofía moral en estas huellas no surgió de una motivación intelectual o libresca, sino de una urgente necesidad de sobre-vivencia. Durante mi período filosófico argentino (1967-1979) no escribí una línea sobre estas cuestiones, ocupándome exclusivamente con problemas lógicos y semánticos. Como convicto filósofo analítico que yo era en aquella época, me parecía que todas esas cuestiones merecían tan sólo un tratamiento literario.

Fue sólo en Brasil en donde comencé a tomar en serio estas cuestiones y a considerarlas como objeto de análisis filosófico. A lo largo de la década de 80, fui esbozando lo que sería, más tarde, el "Proyecto de Ética Negativa", que acabó publicándose en 1989, en São Paulo. Cuando publiqué ese libro, Edson Medeiros, un ex alumno mío de Santa María (Rio Grande do Sul), actualmente aislado en el interior de Paraná, fue su único lector lúcido, elaborando un largo, reflexivo y pormenorizado comentario del libro. Sólo muchos años más tarde, alrededor del 2000, mis ideas en esta área recibirían atención por parte de otros estudiantes y de lectores de filosofía en general. Los profesores brasileños de filosofía sólo hacen comentarios e interpretaciones de filósofos europeos y no se interesan por pensamiento autoral.

Inmediatamente después de la publicación del libro, continué pensando en las relaciones entre ética y situación humana, perfeccionando mis argumentos y llegando, a veces, a resultados que me asustaban. Pero yo había decidido pensar aún más allá de lo que un pensador humano conseguiría resistir. En 1996, como resultado de una productiva estadía en España al inicio de la década de 90, en contacto con Fernando Savater y Javier Muguerza, publiqué en Barcelona la "Crítica de la Moral Afirmativa". Esta obra contenía el desarrollo argumentado de las ideas expuestas en aforismos en el Proyecto de 89.

La pregunta tradicional de la ética ha sido: “Como podemos vivir éticamente?” (“Cómo debemos vivir”, en las éticas deontológicas, o “cómo podemos ser felices éticamente”, en las éticas eudemonistas o hedonistas). Las éticas habituales son, pues, éticas del cómo. Estas preguntas, según creo, no son radicales, porque ellas presuponen que la exigencia de continuar viviendo y la exigencia moral deben ser compatibles: el problema usual es cómo vivir éticamente, sin nunca preguntarse si es posible vivir y ser ético al mismo tiempo.

Denomino, en general, “afirmativas” a las teorías éticas, de cualquier tendencia, que presupongan atemáticamente que la vida posee un valor positivo básico, a partir del cual las éticas son construidas tan sólo como éticas del cómo vivir, sin preguntarse por el qué del vivir mismo, y sobre todo sobre su qué moral. Denomino “negativas” a las éticas que abren, inicialmente, la posibilidad de una incompatibilidad entre la ética y la vida.

Lo que debe entenderse por ética en este contexto inicial de reflexión, no puede ser nada demasiado complicado, nada que esté fuertemente comprometido con los vericuetos y sutilezas de teorías éticas particulares, sino una noción completamente básica, que pueda ser aceptada por todas ellas. Propongo hablar de una “articulación ética fundamental” (AEF) para referirnos al siguiente concepto:

“En las decisiones y acciones, debemos tomar en cuenta los intereses sensibles y morales de los otros y no solamente los propios, tratando de no dar una primacía sistemática a los propios tan sólo por ser nuestros intereses”. De esta exigencia se derivan de inmediato dos imperativos básicos: no manipular al otro y no perjudicarlo.

No puedo imaginar ninguna teoría ética, sea cual sea su tendencia y presupuestos, que no acepte alguna versión de la AEF. (Nietzsche, ciertamente, no la aceptaría, pero él rechaza toda y cualquier moralidad, y no tal o cual teoría moral específica). Esta es, pues, la idea básica que deberá ser enfrentada con los datos sobre la situación humana, viendo su posible compatibilidad. La pregunta fundamental es: “Puede un ser ubicado en la situación humana ser ético en el sentido mínimo de la AEF?”.

En el plano sensible acentuado por las éticas hedonistas, la pregunta por el valor de la vida humana es una pregunta por lo agradable y placentero; en el plano del deber y la virtud, acentuado por las éticas deontológicas, la pregunta por el valor de la vida humana es una pregunta por la dignidad. En mi reflexión, trato de mostrar que un análisis de la situación humana despojado de elementos religiosos y metafísicos, permite ver cómo ambos tipos de valor están bloqueados: no sólo no podemos ser felices en esa situación, sino que ni siquiera podemos ser moralmente dignos. No sólo fuimos colocados en una situación infeliz, sino también en una situación indigna.

Mi objetivo final con la demostración de la problematicidad de la vida humana en su presunto “valor” no es ninguna depreciación de la vida pura y simple, sino una tentativa de mostrar que será a partir del radical reconocimiento de la problematicidad del valor de nuestra vida de dónde deberá surgir una moralidad dramática y mínima que suspende la insistencia en un valor afirmativo generador de orgullo, hipocresía y agresividad.

La muerte parece un factor indiscutiblemente relevante para la consideración del “valor de la vida humana”. No tan sólo la muerte, sino lo que llamo la mortalidad, una categoría más abstracta que la mera muerte. Es crucial la distinción entre lo que llamo “muerte puntual” (MP) y “muerte estructural” (ME).

Entiendo por MP el acontecimiento fechado de nuestro desaparecer factual. Puedo referirme, por ejemplo, a la MP de Jean-Paul Sartre como habiendo ocurrido exactamente el día 23 de abril de 1980. MP inaugura el estado de “estar muerto” de alguien, su haber cesado. Sin embargo, MP no es un acontecimiento que surja “de repente”, aunque sea así como habitualmente se lo presenta, sino el resultado de un largo proceso iniciado con el nacimiento. Denomino ME al proceso del “morir” como el desgaste, el decaer, el desocupar (el morir de Sartre comienza exactamente el día 21 de junio de 1905). A este fenómeno he llamado también “mortalidad”. (Más recientemente, he propuesto el concepto de "terminalidad", una categoría aún más abstracta que "mortalidad"). 

A diferencia de otros acontecimientos fechables, la muerte, además de una fecha, tiene esa otra dimensión, “estructural” o “constitutiva”. La muerte puntual es intramundana y fechable, pero, al mismo tiempo, tiene que ver internamente con el ser mismo, con el surgir, con el haber venido al ser, indicando que el “venir a ser” es intrínseca y constitutivamente mortal. La muerte no es tan sólo algo "que acontece”, sino algo que pertenece a la propia hechura del ser en su estructura, no algo que podría acontecer o no dentro de una vida, sino aquello que la constituye.

La ética negativa está así vinculada con una ontología negativa. Se podría decir que la distinción entre esas dos muertes establece una "diferencia tanática", la diferencia entre una muerte-ser y una muerte-ente. Y la ética está instalada incómodamente entre esas dos muertes.

Pues la pregunta crucial es ahora: ¿puede considerarse moralmente valiosa (en el doble registro hedonista o deontológico) una vida que no sólo muere sino que nace mortal? ¿Se puede ser feliz o digno de la felicidad dentro de la mortalidad constitutiva de ME, con independencia de sus contenidos, o sea, con independencia de la manera como cada uno de nosotros viva la mortalidad de su ser? 

En el plano reflexivo habitual, cuando se trata de estudiar la cuestión de cuál sería el sentido en que la muerte pudiera considerarse como mala, siempre se considera solamente a MP, como si la muerte no formara parte de la vida, como si le fuese ontológicamente externa. Se dicen cosas como:  “La vida es buena, lástima que tengamos que morir”  sin verse que si es lástima que tengamos que morir, entonces  fue una lástima nacer. Cuando se dice: “La muerte es mala porque nos priva de los bienes de la vida”, se pretende dar un sentido privativo a la muerte, como si la vida tuviera una positividad: "si la muerte es mala, y la vida es lo opuesto de la muerte, entonces la vida debe ser buena". Y tenemos instalado, de improviso, el “valor de la vida”.

Pero esta afirmación tiene tan sólo un sentido intramundano: “MP es mala porque nos priva de los bienes intramundanos (viajes, bienes, amistades)”. Aquí es la MP lo que se utiliza, como literal interrupción de bienes tales como la percepción, el movimiento, la realización de tareas, el desear, etc. Para evitar una injustificable asimetría afirmativa, ¿no se debería replicar que, de la misma forma, se podría decir que  “la muerte es buena porque nos libra de los males de la vida”, si entendemos siempre la muerte como MP, y si nos recordamos de males intramundanos como la decepción, la traición, las agresiones, las enfermedades, las guerras, etc, de los que la muerte nos libera?

Siendo el intramundo una alternancia de bienes y de males, MP podría considerarse “mala” o “buena” según que la consideremos como privándonos de los primeros o como librándonos de los segundos. Si la muerte es buena (por librarnos de los males intramundanos) y la vida es lo opuesto a la muerte, entonces la vida debe ser... ¡mala!

No creo que sea éste el camino reflexivo más adecuado. El desvalor de la vida no puede demostrarse de esta manera puramente intramundana, pues, en ese caso, no se podría huir de la total simetría. Si la muerte se entiende como MP, y la vida tan sólo como el intramundo, con su vaivén de bienes y de males, no existe manera de “desempatar”. 

El camino más adecuado parece ser examinar la cuestión del valor de la vida humana considerando también ME, la mortalidad del ser, y no tan sólo MP. Si utilizamos esta otra concepción  de la muerte, no puede tener ningún sentido decir que “la vida es buena, pero morir es malo” (la tendencia habitual), ni tampoco lo contrario, que “la vida es mala y que, por eso, morir es bueno”, puesto que, estructuralmente vista, la muerte constituye internamente el vivir, es inseparable de él, vivir es internamente o constitutivamente mortal, la mortalidad surgió junto con el propio ser, es el propio ser del ser.

La ética negativa trata de ser el desarrollo de una vida bajo el dominio de la mortalidad del ser, de la muerte nacida. De esto trataba ya el “Pequeño Manual de sobre-vivencia”, que se encuentra en la Parte III de la Crítica de la Moral Afirmativa. De eso trata también todo el capítulo 3 de "Malestar e Moralidade", de 2018, escrito en portugués, y el capítulo 8 de "Discomfort and Moral impediment", de 2019, escrito en inglés: de un vivir minimalista, activo, militante, no procreador y siempre dispuesto para una muerte ética.

Es un modo de vida-muerte que desarrolla actividades con plena conciencia de que ni siquiera el carácter sublime de nuestros actos impide que todo acabe abrupta y dolorosamente a cualquier hora. Se vive, pues, sin expectativas afirmativas de cualquier tipo, desarrollando actividades que no perjudiquen a los otros por lo menos en dos puntos fundamentales: no matar a nadie y, sobre todo, abstenerse de procrear. Pues hacer nacer a alguien es colocarlo en la mortalidad del ser, manipulando y perjudicando, o sea, transgrediendo las dos exigencias básicas de la AEF.

Sobre este tema central de la ética negativa publicamos en 2009 el libro “Porque te amo, NÃO nascerás. Nascituri te salutant”, escrito en colaboración con Thiago Lenharo di Santis, una novela antinatalista (que tiene una traducción completa al inglés en el site Misantropia e Melancolia. Ver Links).



---

TEXTOS:


Bioética Negativa: Acerca del Deficit Existencial de la Bioética. 
(La Bioética entre Heidegger y Schopenhauer).

Comentarios a “Modernidad, Historia y Política”, de Agapito Maestre.

Conversaciones Con Afirmativos
El Spinoza De Nietzsche: Ejemplo De Una Crítica Inútil.
(Una Ficha De Estudio)

Fenomenologia Y Filosofia Post-Analítica En La Cuestión De La Intersubjetividad. 

Nota Acerca De Las Soluciones Teórica Y Existencial Del Problema De La Posibilidad Del Discurso Metafísico. 

Problemas Bioéticos persistentes entre la Lógica y la Ética
(Contribución para un abordaje negativo de la argumentación en Bioética)
https://drive.google.com/file/d/1_Yx4qnIpe3Jrv4__a0eGWi8QQnK5s8Sr


Schopenhauereana
http://migre.me/uHJZb

Ser, Deber-Ser Y La Inviolabilidad De La Vida Ajena.
(Breve Nota Acerca Del Comentario Ética Intempestiva. Abc Cultural).

Dussel con Zizek?


Ética Negativa y Ética de la Libertación. 

Relaciones Entre Ética y Política, Privado y Público, a la Luz de una Filosofía de la Muerte. (Autodestrucción, Heterodestrucción, Generación). 

En 2004 publiqué en la revista Dianoia de México un artículo llamado Dussel y el suicidio, en donde traté de aproximar la ética de la liberación a la ética negativa. Dussel respondió en la misma revista: Sobre algunas críticas a la ética de la liberación. Respuesta a Julio Cabrera.

Texto publicado en el Diccionario Latino-americano de Bioética (http://www.bioetica.catedraunesco.unb.br/index.php)



En 2010 fue publicado en Córdoba (Argentina) mi libro "Análisis y Existencia. Pensamiento en travesía", conteniendo una serie de mis artículos escritos entre 1984 e 2004. Reproduzco aqui el último capítulo del livro, sobre éticas negativas y éticas de la libertación, mi diálogo con Enrique Dussel.

Des-Valor de la Vida y Pena de Muerte
(Reflexiones entre Camus, Tomasini Bassols y Ética Negativa).
https://drive.google.com/file/d/1Y7XrCERY0e50x8kRcT3nwLYMas-iPFHO

El Pensamiento Negativo contra la conocida tesis de la “Maldad Humana”
https://drive.google.com/file/d/1fE6J1graRjt2hJw01tCdV6uUO7RERf_g

Entrevista con Julio Cabrera con ocasión de
la entrega del premio Jaime Roca 2014 en Buenos Aires
.
https://drive.google.com/file/d/11TrgkGfI7YRlVvX1ijrGw8y7lDQpBJLE 
Hacia una Bioética Radical
https://drive.google.com/file/d/1XYMzm9__7A02s4qJwnulGJQH0wFHw2Ad

La “Ética Analítica” delante de la cuestión del Nacimiento, 
la Muerte y el Valor de la Vida Humana (1997)
https://drive.google.com/file/d/1irRghicfRHCA-uZ5XlXnu-FdK5fyWEUH
Los argumentos sobre Aborto y Eutanasia dentro de una Bioética Existencial
Naturalismo, Relación Lógico/Empírico y Espacio Objetivo de la Eticidad.
https://drive.google.com/file/d/1YSlTNbFlwco-JAxMwDPXg-UTFQVTDwIP 
Un argumento pesimista en contra del aborto
https://drive.google.com/file/d/1Jnw2ziVCYfmOuUeUdjc1-03IstGSsCNa 

2 comentários:

Unknown disse...

Hola, he leído su ética negativa. Ha leído usted Esbozo de una moral sin obligación ni sanción, ¿ qué opina de la crítica al pesimismo en ésta?

Miguel Steiner disse...

Hola:
Estoy buscando firmas para darle fuerza al 'Manifiesto antinatalista' que he elaborado cara a una posible presentación ante la prensa. Todavía pueden consensuarse pequeños ajustes en el texto.
Agradecería su colaboración. Si usted me permite poner su nombre en la lista y me facilita otros, los expongo bajo el manifiesto en mi blog:
https://antinatalismo.wordpress.com/
Una síntesis de mis planteamientos también puede leerse en un artículo de un periódico importante de Catalunya:
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/etica-antinatalista-5874785
Mi mail es: m.stein.015@gmail.com

Postar um comentário

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | cheap international calls